Claude Debussy se tiene considerado como uno de los mejores compositores de todos los tiempos. Aunque no seas ilustre de la música clásica o de época, es casi muy seguro que alguna vez hayas escuchado su tonada de Claro de Luna; la que sin duda alguna es la que ha sabido definir muy bien el estilo de Debussy.
Este compositor de orquesta y especialmente de piano, fue totalmente influyente bajo el período impresionista que, aunque no haya tenido mucho que ver con el estilo de pinturas, si impuso en sus creaciones sonidos que jamás se habían conjugado para aquella época.
Los inicios de Debussy como músico
Debussy nació en 1862 en las cercanías de París. De padres muy laboriosos, su madre una costurera y su padre vendedor de porcelanas, este músico inició sus primeros pasos en la música cuando solo tenía siete años; gracias a la buena fortuna de que su tía paterna le financió sus lecciones de piano. A los diez años entró al Conservatorio de París. Sin embargo, tras ciertas experiencias, desistió de lamidea de convertirse en concertista.
Sus inspiraciones
Debussy no era un músico conformista, por lo general en todas las becas que participaba, no se encontraba muy a gusto con el estilo de la época. Sus más grandes inspiraciones vinieron de la mano de Franz Liszt y Richard Wagner. Además fue amigo muy cercano de Erik Satie, con quien compartió un estilo de vida similar al suyo.
En 1890 después de estudiar muy bien sus composiciones y llevarlas a cabo, nace finalmente Claro de Luna; éxito que lo catapultaría hasta más allá de su muerte. Este renombrado compositor murió a los 55 años debido a un cáncer, funeral que no fue transcurrido como se debía llevar; debido a que transcurría la Gran Guerra en París.