Curiosidades sobre la antigua Roma

Pues resulta que la antigua Roma, no eran solo filósofos, gladiadores y teatros. Los romanos en la actualidad tienen muchos misterios escondidos, que aun no se han descubierto o que la mayoría no conocemos. Leyendo este post titulado Curiosidades sobre la antigua Roma que no conocías, podréis conocer algunos misterios pocos conocidos.

1. Los romanos bebían la sangre de los gladiadores

Antiguamente en Roma, se bebía la sangre de los gladiadores asesinados, de esta forma se pensaba que la persona en cuestión recibiría la fuerza vital. Algún que otro autor romano describe como recogían la sangre tras una pelea para venderla como medicamento. Los romanos creían que la sangre de los gladiadores podían curar enfermedades como la epilepsia.

2. Los generales romanos no peleaban

En el arte, muchas veces podemos ver a los generales dibujados luchando junto a sus soldados en pleno combate, pero esto es algo totalmente falso.  Por lo general, ellos no participaban en las batallas. Ocupaban puestos de mando y dirigían al ejercito desde la distancia para poder reaccionar mejor a todos los sucesos. Solo en casos muy oportunos, cuando la batalla se daba prácticamente por perdida, el general tenía que terminar con su vida o ir a buscar muerte a manos del enemigo.

3. Beber veneno como tradición

Es en serio, puede parecer sacado de una serie como Juego de tronos, pero lo verdaderamente cierto es que desde finales del siglo I a.C, los romanos ya comenzaron con esa tradición. Consumian pequeñas cantidades de cada veneno para volverse inmune a ellos.  La mezcla de venenos se llamaba mitridatum en honor a Mitrídates el Grande, rey del Ponto. Quien fue el primero en probar este método.

4. No usaban jabón

Los romanos en su época se bañaban a diario, pero por lo visto no utilizaban jabón. Como alternativa a ellos utilizaban unos aceites que luego más tarde se los quitaban con la suciedad utilizando unos cepillos especiales.

5. Animales relacionados con política

Puede parecer una broma, y no lo es. Incitatus fue el caballo favorito del emperador Calígula. Según Suetonio, incluso se erigió una estatua de Incitatus de mármol y marfil, tenía vestimenta de color púrpura como la gente rica de por aquel entonces y adornos de piedras preciosas. Dion Casio decia que el caballo se alimentaba de avena mezclada con nada más y nada menos que partículas de oro. Suetonio también escribe que Calígula planeó convertir a Incitatus en un cónsul de Roma, por lo que creían que tal vez de esta manera el emperador quería burlarse del senado mostrando que incluso un caballo era capaz de hacer el trabajo de un senador, algo totalmente insolito.